lunes, 13 de diciembre de 2010

Quemaduras

Las quemaduras son un riesgo presente en todo hogar; un niño puede quemarse por lavarse con agua demasiado caliente o por derramar una taza de café. Diferentes estadisticas indican que las quemaduras, en especial las escaldaduras provocadas por agua y líquidos calientes, son uno de los accidentes infantiles más comunes. Los bebés y los niños son más vulnerables que los adultos porque son curiosos, pequeños y su piel sensible necesita más protección.

Si bien las quemaduras leves no representan un problema serio y es posible tratarlas sin riesgos en el hogar, las quemaduras más graves requieren atención médica. Pero, muchas veces, se pueden evitar las quemaduras tomando algunas sencillas precauciones para hacer de la casa un lugar más seguro.



¿Cómo se queman los niños?
  • Menores de 5 años: Líquidos calientes (agua, ropa, café, teteros) accidente sufrido en el hogar y más específicamente en la cocina y en presencia de adultos.
  • Mayores de 5 años: Líquidos calientes, pero al comenzar a salir de casa y tener otros juegos se exponen a otros riesgos. Se queman con fuego directo, objetos calientes, electricidad, explosiones y agentes químicos.
COMPLICACIONES HOSPITALARIAS

Los niños con quemaduras graves deben afrontar multitud de problemas durante su hospitalización inicial tales como: Compromiso de la vía aérea debido al edema, lesión de la vía aérea inferior por inhalación de humo, Síndrome de distress respiratorio (SDRA), restricción de la movilidad de la pared torácica debido a constricción provocada por la escara rígida de las quemaduras y el edema subcutáneo, alteración de la perfusión de un miembro debido a la constricción y edema provocados por una escara, procedimientos quirúrgicos múltiples con problemas anestésicos en cuanto a control de líquidos, reposición de sangre y regulación de temperatura corporal, crecimiento de gérmenes oportunistas como hongos y virus, problemas nutricionales debido al hipercatabolismo, mucho del dolor, problemas psicológicos que afectan al paciente y su entorno familiar entre otros.


FISIOPATOLOGIA

Desde el punto de vista fisiopatológico las quemaduras térmicas tienen 3 características:
  • Daño microvascular,
  • Presencia de tejido muerto adherido sobre la quemadura
  • Area destruida que genera una puerta abierta a la infección.
 La quemadura térmica se considera como una masa tridimensional que contiene:
  • El centro coagulado (necrosis)
  • Zona de éstasis (daño microvascular) 
  • Zona de hiperemia (vasodilatación).
La zona de coagulación es el área más cercana y más afectada por la exposición térmica como resultado de la enorme temperatura en esta zona, el tejido es inmediatamente y permanentemente coagulada y el flujo sanguíneo cesa hasta cierta profundidad dependiendo de la extensión del contacto térmico.

Rodeando el perímetro de la zona de coagulación está la zona de éstasis donde el calor inicial es insuficiente para causar necrosis tisular inmediata induciendo una disminución gradual de la viabilidad tisular. El perímetro tisular más periférico, la zona de hiperemia muestra vasodilatación en respuesta a estímulos desde las áreas dañadas vecinas, así como por el estímulo térmico.

De particular interés en la lesión dérmica ocurrida secundaria a daño térmico, es la zona de éstasis. Debido a que la necrosis tisular en esta área ocurre gradualmente durante 24-48 horas post-quemadura, el reto del éxito es intervenir en el proceso oclusivo para rescatar el tejido de una muerte inevitable, tal intervención se basa en la premisa de que al tejido parcialmente lesionado es capaz de una recuperación potencial hasta 48 horas post-quemaduras. La respuesta inflamatoria involucrada en el proceso necrótico en la zona de éstasis es la formación de edema con aglutinación progresiva de eritrocitos y plaquetas, adherencia de leucocitos a las paredes de los vasos y los efectos de las sustancias vasoactivas y necrotizantes liberadas después de la quemadura. Inmediatamente posterior al contacto térmico suceden cambios microvasculares tales como vasoconstricción de arteriolas > de 12 micras en 30" con posterior vasodilatación. Dilatación venular 3-4 horas post-quemadura, agregación eritrocitaria inmediata y adherencia de leucocitos a las paredes endoteliales. A los 90 minutos se observan microtrombos plaquetarios y microembolos en 90 minutos a 48 horas, los cuales están ligados a los efectos de éstasis vascular e isquemia debido a los cambios transitorios en el diámetro de los vasos.
El edema posterior a la quemadura térmica es causado por pérdida de líquido desde la sangre a los tejidos extravasculares. La pérdida de fluido ocurre primariamente como resultado de fuerzas osmóticas aumentadas creadas en el tejido dañado y de la permeabilidad aumentada de las proteínas del plasma, siendo implicados varios mediadores endógenos en la producción de la inflamación post-quemadura, produciendo varios eventos cronológicos tales como: liberación de histamina, activación del sistema de cinina-calicreína, y por último la activación del sistema de coagulación y fibrinólisis, todos ellos responsables del edema, aumento de permeabilidad vascular, dilatación capilar, estímulo al dolor y migración leucocitaria.

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